Lo dicen sus miradas cargadas de futuro. Lo señalan sus manos en el corazón. Lo asegura la inocencia y la dulzura de sus gestos… la fraternidad que emana de sentirse parte de una comunidad que es mucho más que la SUMA de cada uno de ellos, donde la escuela ni RESTA ni DIVIDE sino que MULTIPLICA capacidades, saberes y afectos. En sus ojos anida la esperanza de un mundo mejor. Aquí, en esta imagen, ya se les adivina futuros arquitectos construyendo casas dignas y al alcance de todos los seres humanos; médicos entregados; defensores del medio ambiente; carpinteros de la solidaridad; proyectistas de sueños; educadores; diseñadores de utopías y, sobre todo, amigos y compañeros de viaje en igualdad de condiciones de esa otra parte de la humanidad todavía hoy en gran parte sojuzgada e invisible, como son las mujeres. ¡No les defraudemos!
Txema García Paredes
Periodista, dinamizador cultural. Hablo de la vida y me inspiro en la Naturaleza.