Echando un vistazo al etiquetado de este blog, veo que el idioma de Shakespeare gana por goleada. Así que hoy toca un silencio de compensación, pero que no está aquí para equilibrar, sino que se ha ganado el puesto por méritos propios.
Se trata de la versionaca que se ha marcado Fabián de uno de esos himnos que creó Alaska y Dinarama allá por 1984. La descubría en uno de mis blogs musicales de cabecera. Poco más se puede decir de esta canción (quien no la conozca, es que ha nacido recientemente… y aún así esto no le exime de la culpa ;-)).
De Fabián sí se pueden contar muchas y grandes cosas: este leonés lleva 4 discos en su haber y es un cantautor de tomo y lomo. Sus letras son precisas y preciosas. Pronto le traeremos por aquí también con algo propio.
Por ahora, esta canción está en la nube (no está metida en ningún disco), así que disfrutadla en mono-dosis:
Letra:
Haces muy mal en elevar mi tensión,
en aplastar mi ambición,
tú sigue así y ya verás.
Miro el reloj, mucho más tarde que ayer.
Te esperaría otra vez.
No lo haré, no lo haré.[estribillo]
Dónde está nuestro error sin solución.
Fuiste tú el culpable, o lo fui yo.
Ni tú, ni nadie, nadie, puede cambiarme.
Mil campanas suenan en mi corazón,
que difícil es pedir perdón,
ni tú, ni nadie, nadie puede cambiarme.Vete de aquí, no me supiste entender,
yo sólo pienso en tu bien.
No es necesario mentir.Qué fácil es atormentarse después,
pero sobreviviré, sé que podré, sobreviviré.[estribillo]